lunes, 14 de marzo de 2011

Bámbola!





Visitamos en esta ocasión el local Bámbola, que se encuentra en la calle Garci Fernández, 3, 21003.

A continuación presentamos las críticas de la Pizza Margarita:



Mr Pini:

Bambola nos presenta una pizza margarita con un sabor magnífico, con ingredientes de apariencia bastante naturales y de calidad. No es la primera vez que disfrutamos de esta maravillosa pizza, ni de la buena atención de sus trabajadoras y trabajadores.
Esta vez, sí dejamos constancia de nuestro paso por este italiano que se encuentra en calle Garci Fernández, 3, 21003 Huelva, con estas fotos y nuestra crítica.
El único “pero” que tiene esta pizza es la textura de la masa, que no termina de estar en su punto, aunque no deja de estar jugosa y con un sabor delicioso. Presenta una fina capa interna poco cocinada. Su exterior sin embargo, en su punto. Por lo demás, hay que decir que en sabor es dificil de mejorar, la capa de tomate es la adecuada y el queso es un queso a la altura. La albahaca, presente (que ya es bastante), y lo podemos ver en la foto, le da al conjunto un toque y un aroma excepcionales. El precio bastante atractivo también: 6,5 €
En cuanto a la ensalada que acompañaba, bastante aceptable en calidad y tamaño. En este caso fue una ensalada “CAPRICCIOSA” con su alcachofas, atun, tomate y lechuga.
Mi nota a esta magnifica pizza margarita es de un 7,5… ¡enhorabuena!



Mr Citti:

Todo un viaje a los años 80 una vez cruzado el umbral de este local. El color de las paredes, la aburrida organización de la sala confiere a la estancia una solemnidad plastificada más cercana al salón de bodas clásico. Pero cierto es que de lo que se trata es de la calidad de las pizzas, no de las miles de variables que pueden contribuir a que la experiencia culinaria sea más o menos excitante.
Para mi sorpresa, el tradicional cestillo de pan venía acompañado de sendos paquetitos de grisinis además de unos apetecibles bollitos de pan, presumiblemente elaborados a partir del sobrante de masa de pizza. A pesar de estar poco horneados se agradece el poder acompañar las aceitunas con las que también nos recibieron.
En cuanto a la pizza, hay que decir que se notan las manos italianas que las hacen, ya que son dos cocineros italianos los responsables de ofrecer una pizza posiblemente cercana en características a las que en sus regiones de origen elaboran.
En sí mismo no hay nada de apreciable o valorable en exceso, simplemente que la masa es fresca (lo cual ya es una garantía de calidad en sí misma frente a las bases congeladas de otros locales) y que los productos utilizados son frescos.
Por ello, sin que pudiera dársele ninguna mención a la excelencia pizzera, el resultado de su margarita es agradable, no detectándose sabores extraños o la presencia de adulerantes o potenciadores.
Por ello, la valoración de la pizza margarita consumida en el local Bámbola de 6.50 euros la noche del martes 9 de marzo de 2011 es de 7.

miércoles, 2 de marzo de 2011

!Pizza Blandiblú! De como a algunos locales les queda de bueno sólo el nombre




En esta ocasión hemos visitado un local emblemático de nuestra capital: el Camilo e Peppone, situado en la C/ Aragón (La Merced).
Antes de iniciar la Pizza Experience visitamos su otro local situado en la Calle Vicent Ferrer (perpendicular al final de la Avenida Andalucía), y la decepción fue tremenda, con una pizza cuatro estaciones que era un agregado de grasas varias sobre una masa cruda, decepcionante.
La empresa, convertida en franquicia desde 2004, tiene entre sus supuestas fortalezas el concepto de modularidad de la carta. Sin embargo, la impresión es la de un menú caótico, lleno de mezclas nada mediterraneas, como bases cárnicas o de pasta más el añadido de salsas por un lado y quesos varios por otros, convirtiendo un plato en principio saludable (como unas berenjenas gratinadas) en una bomba grasa.
A pesar de ello, la Pizza Experience no puede dejar de valorar la pizza margarita del local Camilo e Peppone y emitir su valoración crítica.




Bon appetit:

Crítica de Mr Citti:

Para empezar una recomendación a la Franquicia Camilo e Pepone: abandonen los delirios de grandeza, reformulen la carta, apuesten por un menú más fresco y natural y busquen referentes en italia, no en norteamerica.
La pizza margarita, tamaño mediano, tardó en llegar extrañamente poco. Su sola apariencia exterior no daba pie a grandes sorpresas: demasiado queso, demasiado brillo (grasa)y una ausencia de Albahaca flagrante (aunque si bien es justo decirlo, en la carta se explicitaban los ingredientes y sólo se indicaba el queso y el tomate).
El sabor tan predecible y estandarizado como cualquier pizza congelada... ¿será una pizza congelada?
Por su parte, el horneado por muy bien que quieran hacerlo, tenderá a ser un proceso infructuoso, ya que la materia prima a hornear es mediocre. La porción de pizza no se sostenía recta en la mano ni con la mejor de las voluntades y terminaba como comenzaba: siendo una masa informe chiclosa en la boca. Siento decirlo: pura decepción.
Si hubiese que compararla con alguna de las margaritas valoradas se encontraría por detrás de la Trattoria y solamente un poco mejor que la de Dominos´
Con pizzas margaritas así es normal que en España optemos tradicionalmente por no pedir pizzas margaritas: está completamente justificado ante ejemplos con este.
Por su parte, en el intento de comer una ensalada medianamente saludable, optamos por pedir la mediterránea y solicitar no incluyeran el queso (ya que todas tienen queso o materias grasas varias). Asimismo , pedimos que no nos la aliñaran con ningun tipo de salsa, que preferíamos aliñarla nosotros con un aceite y viangre que nunca llegó a la mesa ya que trajeron la ensalada ya aliñada, la ensalada o lo que aquello fuese, pues inadvertidamente destapamos el secreto de sus ensaladas: sin las salsas y sin el queso basta la foto para que comprendan a lo que me refiero: simplemente no daba crédito ¿nos iban a cobrar casi 6 euros por un platito de lechuga iceberg, algunos trozos de tomate y lonchas de jamón york cortadas a mano de cualquier forma? Pues sí señores y señoras. Un pensamiento que también se me cruzó por la cabeza fue el siguiente ¿si a todo le puedes añadir de todo con el correspondiente suplemento, porqué no ocurre lo inverso? ya que pedimos que no nos pusieran queso, deberían haber descontado el precio del mismo (que está computado claramente en la carta como concepto añadible a casi todos los platos).

En fin, sin más dilaciones: La pizza Margarita consumida en el local de la C/ Aragón el 1 de Marzo de 2011 recibe una valoración de 3.5
PD: Aunque no está relacionado directamente con la comida, el hecho de entrar en un local atiborrado de murales de fotografías publicitarios de los platos de la carta termina asemejándose tanto a las grandes franquicias que directamente te cuestionas si salir de allí inmediatamente en dirección al Pizza Hut, además de suponer un estímulo innecesario ya que multiplica la sensación de hartazgo entre lo ingerido (de naturaleza grasa en su mayoría) y lo visto, idem de idem.



Mr Pini:
Mr. Pini desde la más sincera y constructiva crítica nos comenta:
Esta experiencia culinaria nos lleva esta vez a uno de los locales más emblemáticos de Huelva, CAMMILLO E PEPPONE. Franquicia que cuenta con varios restaurantes en Huelva. Visitamos el que está más cerca de la Merced.
La pizza margarita que nos ofrece esta franquicia presenta un aspecto grasoso y un olor bastante intenso aunque lleno de artificialidad.
La masa consigue un buen tueste, tanto es así, que muchas zonas consiguen alzarse por encima de los demás ingredientes, demasiado abundantes y con poca diversidad de matices en cuanto a su sabor. El tomate por ejemplo recubre toda la masa con una capa de excesivo espesor. Probablemente sea esto, lo que provoca que la masa se humedezca provocando una textura tan flexible, poco consistente, por tanto tan antiestética e incómoda. Son detalles que destruyen la masa y con ello el concepto “PIZZA”, devastando la sensación placentera que debe de acompañar a la grata degustación de una buena pizza. Por si fuera poco, el queso presenta un nulo nivel de flexibilidad, característico de la mozzarella. Y qué decir de la Albahaca… ¿Dónde está la albahaca?... seguimos buscando.
En resumen: diría que esta pizza, sí sabe a pizza, tiene buen sabor, aunque se notan ciertos enriquecedores artificiales. Mucho tomate que destruye las posibles cualidades de la masa y un queso pobre carente de flexibilidad y con exceso de grasa. Nota final: 3,5
Observaciones finales: Tengo que apuntar que la ensalada, que normalmente acompaña a la degustación de la pizza margarita, en esta ocasión fue penosa. Decidimos pedir a la amable camarera que nos quitara el queso y que en lugar de salsa (mayonesa, Rosa, etc..) queríamos aliñarla nosotros mismos con aceite de oliva y vinagre… es evidente que suprimimos los ingredientes que escondían la verdad… una verdad bochornosa… sólo tenéis que verlo en la foto: cuatro trozos mal contados de lechuga, un trozo de Jamón York mal cortado, cuatro trocitos de tomate y unos trozos de huevo cocido… ¿el precio? más bochornoso aun… 5,75€
Es una decepción constatar que en todos estos años de experiencia en el sector, los responsables de CAMMILLO E PEPPONE han preferido invertir mucho de su esfuerzo en cuestiones de marketing e imagen de marca más que en el propio alimento que ofrecen.
Desde mi modesta opinión creo que, si perdemos de vista el servicio que ofrece un negocio, en este caso, un italiano, el cual debe de ofrecer buenos platos italianos, supuestamente la base del negocio, y nos preocupamos mucho de los balances, las ganancias, marketing, etc… un día un restaurante de comida italiana puede convertirse en algo más parecido a, “una cosa extraña”, monstruo mezcla de FastFood… lo podríamos llamar McTurkishitalianus... de esa manera quizás atraigamos a mucha diferente clientela, clientela que en casos como el mio, no volverá. Por el contrario, tendrán a muchos amantes de la buena comida italiana (¿sus clientes?) buscando un negocio donde sepan trabajar con buenos productos y ofrecer una buena pizza, que por cierto no es ni tan caro (5,85 €), ni tan difícil.