

La excelente localización en pleno centro de Huelva (Av. Alonso Pinzón, 4) y el aire ligeramente italianizante del local, a excepción de su música, generan unas expectativas que se desvanecen ante un producto final mediocre.
La pizza margarita, basada en la bandera italiana en honor a la reina Margarita de Saboya, tiene tres componentes esenciales: tomate, queso mozzarella y albahaca, simbolizando los tres colores patrios.
Pues bien, la pizza margarita, servida tras una excesiva tardanza en un local vacío a excepción de una mesa, no contenía albahaca. Sin embargo, más grave puede considerarse la dudosa presencia de queso mozzarella, ante la ausencia de la característica elasticidad del mismo.
Por otra parte, el aspecto superior de la pizza revelaba un exceso de queso en la superficie, que al derretirse permitía detectar un excedente de grasa.
La sensación al paladar era excesivamente salada, quizás por el hecho de haber sazonado la pizza unido a la propia sal del queso, de la masa y del tomate.
Por su parte, la masa, aunque cocida, podría haber estado más hecha, y a pesar de poder percibir cierta sensación crujiente, las características de la masa (sabor, olor y retroacción de la misma a la presión) permiten concluir que, o bien la masa era precocinada o las habilidades del chef son aún incipientes en materia pizzera.
Por todo ello, la pizza margarita de la Trattoría onubense Fuentevieja de 7,40 euros recibe un 4.
